Copyrights @ Journal 2014 - Designed By Templateism - SEO Plugin by MyBloggerLab

24 de enero de 2010

Cuestión de vocabulario…

Share

Cayetano Llobet T.

La Guerra Fría tenía sus economistas, sus filósofos, sus proyectos, sus ideólogos, sus militares y tenía su vocabulario y sus colores. Las palabras sólo eran dos: izquierda y derecha. Y el color de referencia, el rojo, que podía contener todos los matices igual que su contrario que podía contener a todos los colores, pero siempre contra el rojo. Pero esa guerra terminó hace tiempo. De ahí que no deje de causarme cierta gracia aquella unanimidad de titulares referidos a la elección en Chile: ¡perdió la izquierda y ganó la derecha! En realidad, se está hablando de lo que fue izquierda y lo que fue derecha, ¡hace algunos añitos!

No tengo duda de que hay algún escenario en el que se conservan esos referentes no superados: no creo que Rodríguez Zapatero, en España, sea de izquierda, pero estoy seguro de que la derecha española sí es una derecha anclada al recuerdo del franquismo y de la iglesia católica con su Conferencia Episcopal cavernaria. Pero en América Latina es un juego de palabras sólo útil al populismo paternalista y asistencialista encabezado por Chávez. Lo que pasa es que al apropiarse del símbolo ideológico más próximo de la Guerra Fría , la Revolución Cubana , contaminaron la gramática política de hoy, con palabras de ayer.

Y es que en el razonamiento político más moderno, la preocupación fundamental no está en el discurso ideológico, sino en la eficacia de la gestión que pasa por la economía. Durante todo el período chileno de la Concertación -“la izquierda”-, a nadie se le ocurrió pensar en liquidar las bases económicas que se habían construido en el pinochetismo. Hoy, Chile, es el país latinoamericano con la economía más competitiva del continente, y a presidentes de la “izquierda” como Ricardo Lagos, no les produjo ningún asco la firma de los acuerdos comerciales que insertaron a su país en el capitalismo transnacional más respetable. Y los avances sociales -salud, educación, erradicación de pobreza- nunca fueron el freno para consolidar capitalismo más moderno: ¡pregúntele a Lula!

Lo que pasa es que muchos de los esquemas de poder hoy presentes en la región, al carecer del referente doctrinal y al no haber sido parte, además, de la contienda entre socialismo y capitalismo -los izquierdistas de hoy, nouvelle vague, no tienen la más remota idea de lo que fue la lucha de verdad por la construcción del socialismo, ni tuvieron que dejar en el camino la familias enteras, ni conocieron exilio, ni cárcel política, ni formación teórica- se ven obligados a efectuar ese préstamo histórico. Se trata de un vulgar hurto al diccionario de hace algunas décadas.

Y, claro, resulta que Chávez es de izquierda porque cierra una cadena de supermercados, pero no es de derecha porque le vende petróleo a Estados Unidos. Y si seguimos el razonamiento simplista que se nos pretende imponer, tendríamos que llegar a la conclusión de que uno de los principales referentes de la izquierda boliviana, hoy, es nada más y nada menos, que Juan Ramón Quintana… ¡y que la Escuela de las Américas no era un curso para futuros dictadores militares, sino un taller de formación de cuadros del futuro socialismo latinoamericano!

Eso explica que en el simplismo de la nueva ignorancia ideológica, Piñera en Chile, liberal, demócrata, militante del No a Pinochet, sea de “derecha” y Mahmud Ahmadinejad, integrista, represor, religiosamente primario, intolerante, soldado de un régimen de ayatolas, resulte uno de los íntimos amigos de la “izquierda” latinoamericana. ¿Qué tal?

FUENTE: www.ernestojustiniano.org