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28 de mayo de 2013

La equidad comienza por la capacitación laboral

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FUENTE La Prensa: Las féminas que trabajan por su cuenta se informan y  se disponen a mejorar sus condiciones de vida, obtener mayores derechos y lograr equidad laboral.
Amalia Coaquira vende. Así vivió y eso aprendió cuando, a los 12 años, tuvo que empezar a trabajar para aportar a sostener a su familia. La escuela se detuvo apenas iniciada la Secundaria y la universidad no pasó de ser un sueño imposible. Con la venta, se dio modos para ayudar, primero a sus padres y hermanos y luego, casi sin pausa, a sus hijos. La calle se hizo su espacio, su oficina; de ella sólo se apartaba para estirar los pies al final del día. Con todo, allí aprendió lo que no le dieron las aulas ni los textos: que no basta trabajar a diario para progresar, hay que conocer los derechos que uno tiene, capacitarse y organizarse para buscar oportunidades.
Defensa de derechos.  Amalia es miembro del Tribunal Disciplinario y el Comité Ejecutivo de la Confederación de Trabajadoras por Cuenta Propia de Bolivia. No ha dejado la calle, pero ya no ocupa un puesto estacionado a sol y sombra en espera de clientes, ahora la recorre para defender los derechos laborales de mujeres que, como ella, se buscan la vida sin salario, sin seguro, aguinaldo, jubilación, vacaciones y con muchas responsabilidades que asumir.
Capacitación técnica es la frase que sintetiza su misión. Está convencida de que las condiciones de muchas mujeres que, como ella, deben sostener a sus hogares “por cuenta propia”, no mejorará si no acceden a oportunidades de cualificación de sus oficios y no se capacitan sobre el ejercicio de sus derechos laborales. "Las mujeres somos el último eslabón: cuando somos profesionales sufrimos discriminación en los salarios, en el acceso a cargos jerárquicos, en el ejercicio de funciones públicas; cuando somos informales no tenemos derecho a nada. Es muy difícil y duro el escenario laboral para la mujer en Bolivia, no hay oportunidades, no hay políticas de empleo y menos de profesionalización, sin embargo, nuestro aporte es esencial, a veces es el único para mantener a nuestras familias”, dice. 
Las cifras. A sólo dos años de la culminación del plazo dado para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM) todavía una de cada tres mujeres en la región no dispone de ingresos propios, mientras sólo el 11.7% de los hombres se encuentra en esta situación. Estas desigualdades son mayores incluso en las áreas rurales, dónde por cada 110 hombres, 118 mujeres viven en la pobreza. De hecho, a pesar de las mejoras en educación, estas brechas se mantienen. El desempleo afecta en mayor medida a las mujeres jóvenes que a los hombres jóvenes, y además las mujeres tienden a estar sobre representadas en la economía informal (58% comparado al 50% para los hombres). Por otro lado, las mujeres continúan empleadas en ocupaciones tradicionales con menor remuneración, como el servicio doméstico, el secretariado o profesorado. Cuando se vuelven emprendedoras tienden a crear empresas de menor tamaño que lo hacen los hombres en términos de ventas, costos, capital y número de empleados. Esta situación de menor ingreso tiene efectos en la salud, la nutrición, el acceso a la sanidad y el agua potable, la educación, el desarrollo de habilidades profesionales, la tecnología y el desarrollo infantil.
Eliana Arauco,  Coordinadora del programa de capacitación laboral, reconoce que en las mujeres tienen menores oportunidades, por ello se impulsan diversas acciones orientadas a mejorar las condiciones de una formación técnica profesional que tome en cuenta este factor y potencie a mujeres y hombres para una 
sociedad más equitativa.
El ámbito temático formació técnica profesional es apoyado por la Cooperación Suiza en Bolivia e impulsado por una alianza institucional compuesta por el Ministerio de Educación, a través del Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias, la Fundación Fautapo, la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal, Fe y Alegría y el Gobierno Municipal de La Paz.
1 de cada tres mujeres no obtiene ingresos propios en la región, según datos oficiales.