
El sistema capitalista – actualmente vigente – brinda una prosperidad material nunca antes vista. El desarrollo nos posibilita comodidades inimaginables hace pocas décadas. Y esto no solamente para las élites, sino para gran parte de la sociedad.
Si miramos América Latina vemos los adelantos. Por ejemplo, en la alimentación. Hace apenas 75 años había todavía hambrunas locales, que ocasionaban una elevada tasa de mortandad. Esto no se puede imaginar hoy en día. El servicio de la salud ha mejorado sustancialmente. La educación básica ahora es accesible para toda la población, y la formación superior es alcanzable hoy para los diferentes estratos de la sociedad. La libertad individual ha mejorado. Imaginemos cuántas personas, hace 75 años, sufrían bajo el mando de un terrateniente o de los dueños de fábricas. La igualdad de género ha logrado grandes progresos. La democracia es, probablemente, el mayor progreso que nos ha traído el sistema capitalista. Se estableció en todo el continente y, con la democracia, la libertad de expresión.
Específicamente, a nivel material, hay que mencionar que, cada familia, puede tener un televisor, una heladera, etc. ¿Quién de los jóvenes no tiene un celular? El estándar de vida, a nivel material, ha mejorado de forma considerable. Claro, especialmente en las ciudades; pero, cada vez más, también en el campo, los ingresos aumentan.
Otra ventaja del sistema es la distribución. Hasta en ciudades muy grandes hay mercados y mercaditos en cada rincón, lejos del centro, donde se puede comprar los artículos de primera necesidad. Acá, en las ciudades de Bolivia por ejemplo, no se debe caminar ni cinco cuadras para conseguir pan.
El sistema capitalista fue un gran progreso para la humanidad. Se valoró a las personas por su trabajo y por sus logros. Ya no es importante el nacimiento y el linaje.
Es difícil identificar qué factor es determinante para un desarrollo de esta magnitud. Existen dos posibles factores:
- Los adelantos científicos y tecnológicos
- Los mecanismos económicos del capitalismo, como al sistema de créditos y el sistema monetario, los cuales facilitan considerablemente el intercambio de bienes.
Probablemente sea una combinación de estos dos factores.
- 2. Los defectos del sistema capitalista.[1]
Si bien los avances y logros del actual sistema son enormes, también se empieza a ver sus defectos mayores. Y estos defectos son igualmente enormes, al grado que pueden destruir a la humanidad entera. Los defectos mayores son cuatro:
- El sistema capitalista no es sostenible ecológicamente.
- El sistema capitalista no es sostenible socialmente.
- El sistema capitalista es inhumano.
- El sistema capitalista daña a la democracia.
2.1. El sistema capitalista no es sostenible ecológicamente
La insostenibilidad ecológica se explica por el empuje inherente del sistema a crecer. Si no hay crecimiento el sistema colapsa. Por esa razón no es posible, mantener una economía estable en alto nivel.[2]
Puesto que el crecimiento incluye también la explotación de los recursos naturales del planeta, y puesto que estos recursos son limitados, es lógico que el sistema capitalista sea insostenible ecológicamente.[3]
Lo que dice la lógica: a saber, que la economía basada en el capitalismo tiene que crecer, se confirma por la práctica. Las economías capitalistas son incapaces de frenar el calentamiento global, a pesar de que los efectos desastrosos están a la vista.[4] Si hay la disyuntiva de proteger el medio ambiente, o mantener puestos de trabajo, siempre se elige los puestos de trabajo, porque se sabe, que sin éstos la economía colapsa.
La destrucción de la naturaleza, por el deterioro del medio ambiente y por el calentamiento global, no es algo secundario. Más bien, según estudios de la ONU, la destrucción de la naturaleza ha llegado a tan grandes dimensiones, que la supervivencia de la humanidad está en juego. Esto quiere decir que cuidar el medio ambiente es un asunto de vida o muerte.
Es importante darse cuenta que el calentamiento global y la destrucción del medio ambiente, no es una cuestión de moral. O sea que si la gente fuese buena, no sucedería esto. Lo cierto es que éstas son las leyes de la economía capitalista. Y estas leyes nos llevan al desastre ecológico que ya se siente venir. Si queremos frenar el calentamiento global y la destrucción del medio ambiente en todos sus ámbitos, necesitamos otro sistema económico, porque no hay posibilidad de que el sistema mismo se corrija...
[1] Entendemos como Sistema Capitalista la forma de economía basada en el antropocentrismo y la visión de progreso, sustentada en el crecimiento material constante del hombre. Bajo estos dos aspectos el socialismo y el capitalismo, en la versión occidental, coinciden plenamente. Por esa razón, para nosotros, el socialismo es solamente una versión del capitalismo.
[2] Las razones porque el capitalismo tiene que crecer son muchas, acá mencionamos una:
Lo que se produce hoy se debe vender mañana. Eso significa, que se debe crear el poder adquisitivo para los compradores de mañana. Ese poder adquisitivo se crea al pagar sueldos, por la compra de materias primas, etc. Pero el poder adquisitivo creado debe ser más grande que los sueldos y las materias primas, porque en el precio de ventas está incluida una tasa para poder pagar los intereses. El resto del poder adquisitivo (para poder pagar también los intereses) se crea mediante créditos, y así empieza el círculo de deudas. Eso significa que debe haber un crecimiento constante (según cálculos 1.8% anual). Si no hay este crecimiento se producirá un colapso del sistema. Porque entonces habrá sobreproducción o dicho de otra manera falta de compradores.
[3] Teóricamente se podría sostener, que el crecimiento no implica destrucción de la tierra. Pero en la práctica la línea del crecimiento es casi 100% congruente con la línea de la emisión de gases de efecto invernadero.
[4] La cantidad de gases de efecto invernadero emitidos en 2010 ha sido la máxima en toda la historia.