Constanza Hola Chamy
Casa de Werner Luchsinger y Vivian McKay.
A partir del recrudecimiento del
conflicto mapuche, este miércoles se realiza una cumbre para buscar
maneras de detener la creciente violencia en la zona.
La cumbre en el cerro Ñielol, corazón de Temuco y
capital de la Araucanía, 700 kilómetros al sur de Santiago de Chile,
fue convocada por el Consejo de Todas las Tierras, instancia mapuche
intercomunitaria que invitó al propio presidente Sebastián Piñera a
sumarse al diálogo.
El gobierno sólo envió funcionarios regionales,
pero sus ministros de Interior y Desarrollo Social han estado en terreno
con una agenda propia de diálogos.
Por una parte, los mapuches reclaman la
reivindicación de millones de hectáreas que tenían cuando Chile era
colonia española. Por el otro, los agricultores dicen que esas tierras
las compraron legalmente. Muchos de ellos las tienen hace más de un
siglo.
BBC Mundo le cuenta las claves para entender por qué la violencia parece no cesar en el sur de Chile. Haga clic en las pestañas:
- Quemas: ¿reivindicación o "terrorismo"?
- Recrudecimiento del conflicto
- Estigmatización y abuso: el lado mapuche
- Allanamientos sin registro
- "Ley antiterrorista"
- ¿Potencial solución?
Casa de los Luchsinger.
Alrededor de una decena de encapuchados
ingresan al domicilio y reducen a los propietarios, sin escatimar en
golpes si estos oponen resistencia.
Los sacan de la casa junto a sus familias y, frente a ellos, le prenden fuego.
"La situación es más grave de lo que
los gobiernos muestran. No hay ninguna garantía. Vamos a terminar tipo
Colombia, nos faltan los puros secuestros", sentencia un agricultor al
que le quemaron la casa, quien prefiere mantener su nombre en reserva
por miedo a represalias.
Casas, cosechas, escuelas, camiones, galpones y hasta centros de eventos han sido reducidos a cenizas.
Sólo en 2012 la Fiscalía Regional de la
Araucanía registró 300 causas relacionadas con el conflicto, casi un
78% más que en 2011.