Por: Boris Bernal Mansilla
Fuente: Bolpress
Las culturas varían, innovan, crean, según contextos y
circunstancias, de acuerdo a ciertos arquetipos y/o modelos mentales previos.
Las culturas no sólo incluyen, lo que les ofrece el entorno, sino que también
lo metabolizan según las reglas de su propia sintaxis.
He aquí otro caso de complementariedad entre el
Capitalismo Occidental y la Reciprocidad Andina: “Los Cholets”, la nueva
arquitectura andina.
En medio del caos positivo de la ciudad de El
Alto sobresalen por su volumen y altura sofisticados y coloridos edificios. Los
Cholets, construcciones que combinan la necesidad y el pragmatismo
capitalista occidental, con abundancia y la Reciprocidad Amerindia.
Desde el 2006, tras la toma del poder de Evo Morales
(primer gobernante indígena), y el ascenso de la economía boliviana surgen
estas construcciones; el autor Freddy Mamani Silvestre, quien ha construido
hasta la fecha más de 150 edificios de estas características. “Los tonos
brillantes de verde y amarillo que empleo son los colores que representan la
prosperidad y la esperanza”, afirma.
Los cholets no son sólo casas para vivir, la planta
baja es un salón lujoso de fiestas, en los pisos superiores hay departamentos o
galerías comerciales y en la terraza un Chalet que sirve de vivienda a
los propietarios, he de ahí el nombre de “Cholets”.
Cabe resaltar que al autor de
estas construcciones pide por respeto no llamar “cholets” a la arquitectura
andina: “Siento que algunos se refieren
de forma despectiva, el diseño se hace en la ciudad de El Alto, que tiene
raíces culturales andinas; entonces, no podemos llamar “cholets”, “choletito”,
“coetillo” y no sé qué otros denominativos más dan. Como precursor del diseño, que
tiene su propia identidad, el estilo se llama Arquitectura Andina de Bolivia,
que surge en la ciudad de El Alto”, declara.
Este nuevo estilo de arquitectura llamo la atención de
propios y extraños (empresarios, turistas, investigadores, cineastas, antropólogos,
sociólogos, etc.). Es así que junio 2013 a iniciativa de la agencia de viajes
Gastón Sacaze se crea la primera ruta turística de la arquitectura chola en La
Paz y El Alto. En febrero de 2014 la
italiana Elisabetta
Andreoli publica el libro llamado “La
arquitectura de Freddy Mamani Silvestre”, generando con esto una escalada
de documentales y un sin fín de publicaciones nacionales e internacionales.
Con estos antecedentes analicemos un este fenómeno
desde una perspectiva ontológica. Hablando en términos filosóficos los aymaras
atraviesan diferentes niveles de la realidad, se equiparan como semejantes e
interconectados a espacios como: el campo (la chacra) y la ciudad (el Khatu).
En ese sentido, “El Cholet”, es incluido en redes de
relaciones y de comunicación con la gran familia cosmobiológica andina y esta
relación no es capitalista, pues no es occidental patriarcal monoteísta; es
animista: no conoce la separación Sujeto/objeto. Todo tiene vida.
La casa (Uta) no puede estar estática o muerta,
tiene vida, debe bailar, moverse entre la comunidad, servir a los suyos,
generando interés y acumulación de capital para toda comunidad.
Pues el Capitalismo se basa en el postulado
patriarcal de la escasez y la deuda, y la Reciprocidad en el postulado
matriarcal de la abundancia y la variedad de lo necesario. Generando un tercer incluido: compartir la abundancia
del capital.