Cuentan las historias y leyendas sobre el origen de la vida, que se dio cuando dos grandes Serpientes, Amarus, Kataris, Jach´a Sikuris se encontraron en las alturas de Huallpacayu y danzaron sin parar entrelazándose hasta unirse con el todo, al final de su danza una se metió entre la tierra en el altiplano y la otra se fue hacia los valles.
Con el pasar de los tiempos de estos lugares emergieron culturas como los Huarcas, Canchis y Lupacas quienes como forma de culto representan en la música y danza de los Sikuris, su origen.
Es así, que desde tiempos milenarios en el antiguo territorio de Italaque se guarda esta inmensa riqueza cultural como son los Sikuris de Italaque, y es el tiempo del Awtipacha (época seca) donde las grandes serpientes Jach´a Sikuris se levantan, para danzar junto a la helada y las estrellas.
El sonido de los Bombos y los sikus, tejidos con el viento y los latidos del corazón, fueron creando vida a lo largo de los tiempos, así en tiempos del incario los Sikuris de Italaque fueron a deleitar al Cusco al Sapa inca, y con la llegada de los españoles a estas tierras en el año 1570 en Italaque se entrelazarían vidas de diferentes mundos.
Los Sikuris de Italaque no solo son música y danza, es diálogo, armonía, respeto y energía, elementos esenciales para criar nuestra vida.