ERBOL: Los  maestros urbanos y el sector salud radicalizaron a partir de este lunes  sus medidas de presión en todo el país; los primeros en demanda de la  nivelación salarial y el otro grupo exigiendo la abrogación del Decreto  Supremo 1126, que restituye las ocho horas de trabajo para los médicos,  respectivamente.  En  La Paz, a los dos primeros maestros que la semana pasada se tapiaron  –Federico Pinaya y Adrian Quelca–  hoy se sumaron a similar medida Wilma  Plata, Luis Copeticona y Nilton Pérez, quienes al igual que sus colegas  decidieron encerrarse en la sede social de maestro. 
La  profesora Plata pidió a otros sectores sociales del país sumarse a las  medidas de presión para hacer fuerza conjunta por las reivindicaciones  salariales.
En  Santa Cruz, tres profesores del magisterio urbano iniciaron con una  huelga de hambre seca por la nivelación de salarios a la par de sus  colegas rurales. Tres  de los trabajaderos se tapiaron en una habitación  oscura.  
El  secretario ejecutivo de la Federación de Maestros Urbanos de esta  región, Saúl Azcárraga, manifestó “no va entrar una sola gota de agua,  ni comida” al piquete de huelga de hambre seca. “Asumimos esta medida  porque en 2010 el gobierno firmó un convenio de salarios y la cantidad  de horarios, pero no lo cumplió, sigue la discriminación”, acotó Yelman  Calleja, otro de los tapiados.  
Ambos  pidieron al gobierno comprometerse a nivelar los salarios de los  profesores urbanos y rurales a través de un Decreto Supremo y no por  medio de simples acuerdos que nunca cumple.
En  la capital folklórica del país, tres maestros de la Federación del  Magisterio Urbano Oruro se tapiaron desde las 11.00 en su sede. Jhonet  Ojeda, Jaime Negreti, Juan Carlos García son los que asumieron la  extrema medida en esta ciudad.
“Ya  es el colmo que el gobierno tenga tanta osadía de incumplir los  derechos fundamentales adquiridos, los derechos laborales, como las 96  horas, bono de frontera, convenios que el gobierno ya había firmado”,  aseveró una de las dirigentes.
Los  trabajadores de educación del sector urbano de Cochabamba se  manifestaron con otro tapiado y el piquete fue instalado por tres  maestros. Gustavo Sánchez, Harry Mondaca y Miguel Lora. 
“Es  una huelga de hambre dura y seca que vamos a asumir los tres colegas al  margen de todo sacrificio que tengamos que hacer en nuestra salud”,  aseveró Loza, al indicar que en el consejo consultivo, convocado para  miércoles a las 16.00, programarán y organizarán nuevas movilizaciones,  para hacerse escuchar con las autoridades nacionales del sector. 
“Uno  de los compromisos incumplidos es la nivelación de salarios de urbanas a  rurales, segundo exigimos la reposición de la deuda histórica de ítems,  algunos maestros trabajamos horas gratuitamente. Hay diferencia  salarial de al menos 400 bolivianos con los del sector rural”, aseveró.
Por  su parte, cuatro catedráticos de la Normal Simón Rodríguez se tapiaron  sin agua ni alimentos. Willy Arancibia, ejecutivo de los docentes, dijo  que empiezan una lucha fuerte por sentirse discriminados desde los  gobiernos neoliberalesm que sólo actuarían a favor de los rurales y en  desmedro de los urbanos. 
Erick  Tamabe, Tito Ayaviri, Walter Ayllón y un cuatro docente de apellido  Arancibia son los que adoptaron la extrema medida en instalaciones del  magisterio.
La  ciudad beniana de Riberalta no fue la excepción porque seis de los  dirigentes del Magisterio Urbano de esta región se tapiaron en  instalaciones de la Federación. Aseguraron que la medida de presión será  de forma indefinida hasta lograr la nivelación de salarios.
Ministro pide diálogo  
El  ministro de Educación, Roberto Aguilar, se hizo presente en la  Confederación de Trabajadores de la Educación Urbana de Bolivia, para  iniciar la negociación correspondiente y de esta manera tratar de dar  solución a este conflicto.
“El  primer día que se tapiaron hemos venido para instalar la mesa de  diálogo, al día siguiente hemos dado continuidad y hoy estamos  instalando finalmente el diálogo, esperemos que sea para dar una  solución definitiva”, dijo Aguilar.  
Médicos mantienen el paro indefinido 
Por  su parte, los médicos volvieron a congestionar las vías del centro  paceño después de haber tenido un incidente con los policías que  momentáneamente intentaron evitar que marchen en la plaza Isabela  Católica y en inmediaciones del Hospital de Clínicas.
La  semana pasada, los médicos Eduardo Chávez, Alfonso Barrios y Bernardino  Fuertes instalaron un piquete de huelga de hambre en el auditorio del  Hospital de Clínicas, luego se trasladaron a la Facultad de Medicina de  Medicina de la Umsa, donde en horas de la mañana de hoy se sumaron a la  medida otras seis personas y en la tarde tres más.
Edgar  Chávez, uno de los miembros del Colegio Médico de La Paz, exigió al  gobierno cumplir y demostrar su dicho “gobernar escuchando al pueblo”.
En  Alto, los manifestantes indicaron que radicalizarán aún más sus medidas  de presión y anunciaron la instalación de un segundo piquete de huelga  de hambre. El primero fue instalado en ciudad Satélite y el este segundo  grupo de huelguistas prevén concretar su protesta en el mismo lugar.
Santa  Cruz fue escenario de un violento enfrentamiento entre un grupo de  pobladores –supuestamente encabezado por un masista y que exigen  atención médica– y trabajadores  en salud que llevan adelante un paro  indefinido desde el pasado 28 de marzo a nivel nacional rechazando las  ocho horas de trabajo. En el hecho cinco personas resultaron heridas. 
Los  médicos de Oruro instalado el primer piquete de huelga de hambre en  esta ciudad. El Hospital General es el escenario de esta medida. Wendy  Tapia, presidenta del Colegio Médico, señaló que el sector salud está  nuevamente en movilizaciones y en ese marco se instaló la huelga de  hambre. 
Cochabamba,  al igual que en el resto del país, vivió otra jornada de  movilizaciones. Los médicos procedieron al bloqueo de vías y aseguraron  que tras esta medida se organizarán para instalar los piquetes de huelga  de hambre. La avenida Villazón, vía de salida a Santa Cruz, fue  obstaculizada por un grupo de al menos 600 personas.
Asimismo,  el sector salud de la región del Chaco boliviano  continuó con sus  medidas de presión, aunque en la jornada pasada participaron de manera  activa en campañas de salud contra la rubiola y sarampión en puntos de  las poblaciones de esta zona.
En  Villazón, otra población intermedia, los centros de salud continúan  atendiendo sólo en servicios de emergencia al igual que en el resto del  país. Sus dirigentes aseguraron que solo están a la espera de una  instructiva de los ejecutivos nacionales para instalar piquetes de  huelga de hambre.