Copyrights @ Journal 2014 - Designed By Templateism - SEO Plugin by MyBloggerLab

29 de abril de 2018

, ,

Musicoterapia: Sikuris de Taypi Ayca – Italaque

Share
Por: Nemecio Huanacu Calamani, Boris Bernal Mansilla

Muchos de los problemas y enfermedades del Ser Humano tienen su origen en el Ajayu (espíritu – Alma), en términos occidentales en la psiquis o cerebro quien emite al cuerpo su necesidad a través de dolor o aflicción.

Sobre este aspecto las culturas milenarias del ahora llamado continente americano eran consientes y avanzaron mucho más que occidente en este campo, así lo demuestras las culturas mayas, Aztecas, Incas, Huarcas entre otras. Se sabe que la música estuvo presente en los ritos mágicos, religiosos y de curación de estos pueblos.


En occidente, sobre este tema los primeros hacen referencia a la influencia de la música sobre el cuerpo humano en los papiros egipcios descubiertos por Petrie en la ciudad de Kahum en 1889. “Estos papiros datan de alrededor del año 1500 a. C. Y en ellos ya se racionaliza la utilización de la música como un agente capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma, así, por ejemplo, se atribuía a la música una influencia favorable sobre la fertilidad de la mujer, incluso con música de la voz del dios Thot. En el pueblo hebreo también se utilizaba la música en casos de problemas físicos y mentales.
Fue en la antigua Grecia donde se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia. Los principales personajes son: Pitágoras: decía que había una música entre los astros y cuando se movían lo hacían con unas relaciones entre música y matemáticas. Este desarrollo de conceptos matemáticos para explicar la armonía en la música en el universo y en el alma humana, así, la enfermedad mental era resultado de un desorden armónico o musical en el alma humana, concediendo a la música el poder de restablecer la armonía perdida.
Platón: creía en el carácter divino de la música, y que ésta podía dar placer o sedar. En su obra La república señala la importancia de la música en la educación de los jóvenes y cómo deben interpretarse unas melodías en detrimento de otras.
Aristoteles: fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos. A él se debe la teoría del Ethos, una palabra griega que puede ser traducida como la música que provoca los diferentes estados de ánimo. Estas teorías se basaban en que el ser humano y la música estaban íntimamente relacionados, así que esta relación posibilitó que la música pueda influir no solo en los estados de ánimo, sino también en el carácter, por ello cada melodía era compuesta para crear un estado de ánimo a Ethos diferentes”

Para la musicoterapia occidental es fundamental la llamada teoría del Ethos o teoría de los modos griegos. Esta teoría considera que los elementos de la música, como la melodía, la armonía o el ritmo ejercían unos efectos sobre la parte fisiológica emocional, espiritual y sobre la fuerza de voluntad del hombre, por ello se estableció un determinado Ethos a cada modo o escala, armonía o ritmo.
Un año clave para occidente es el año de 1950 cuando se funda National association for music therapy que se encarga de promover congresos, editar materiales y son los primeros en promover la carrera de musicoterapia en la universidades. Siguiendo esa línea en el año 1996, el Comité de Práctica Clínica de la World Federation of Music Therapy en  Hamburgo, define a la músicoterapia como: “Uso de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) realizado por un musicoterapeutacalificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. Tiene como fin desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento”

Así también desarrolla la teoría de la musicoterapia definiendo: “Tiempo: los tiempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tiempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.
Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.
Armonía: Se da al sonar varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.
Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.
La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.
La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.
La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento”

Establece a la vez dos tipos principales de música en relación con sus efectos: “La música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes y la música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones”

Las investigaciones en psicología y antropología musicales demuestran que la música se percibe y es respondida de manera individual, o en correspondencia con ciertas normas culturales.

En ese marco y en perspectiva intercultural estudiamos los elementos epistemológicos musicoterapéutica de los Sikuris de Taypi Ayca – Italaque.

Elementos ontológicos de la danza y música de los Sikuris Taypi Ayca - Italaque, se da al emitir sonidos con el bombo y los Sikus, conectando el Ser humando con su Ser interior (Ajayu).

Las melodías que generan el Siku se constituyen en elementos de curación (Kolla), y los sonidos del Bombo son generadores de energía (Kamasa), es por eso que al escuchar a los Sikuris causa en nosotros sensaciones indescriptibles.

Los instrumentos sikus y bombo para que tengan este efecto, deben ser serenados o afinados en lugares sagrados como la Lagunilla de Surani, Laurani, Huallpacayu y otros que tengas esta energía divina.

Es así que las melodías de los Sikuris tocan nuestras emociones más profundas, donde el llanto de la zampoña como dicen los maestros es el creador.

Dado que la musicoterapia constituye una aplicación funcional de la música con fines terapéuticos, se preocupa esencialmente de promover a través del sonido y la música, una amplia circulación energética en la persona.

Los sonidos que producen Sikus y bombos generan una musicalización de la persona, es decir, la impregna interiormente dejando huella de su paso y de su acción. Así, la música que proviene del entorno o de la experiencia sonora pasa a integrar un fondo o archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno u Ontos. Por tanto, nuestra conducta musical es una proyección de la personalidad, utilizando un lenguaje no verbal. Así, escuchando o produciendo música nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado, reaccionando de forma pasiva, activa, hiperactiva, temerosa. Así los Sikuris de Taypi Ayca - Italaque pueden generarnos emociones tanto de tristeza, furia o desbordante alegría.

Pedimos a las autoridades municipales, departamentales y nacionales coadyuvar a que este legado histórico y cultural no desaparezca, para esto se gestione e impulse políticas de salvaguarda y declaración de patrimonio cultural de la humanidad.