
FUENTE: (Palo Santo – ErnestoJustiniano.org )
Dicen que nunca fue un padre responsable y mucho menos cariñoso. La gente de su entorno comenta que lo único que ama es al poder, altar ante el que está dispuesto a sacrificar todo y a todos, incluida la familia. A pesar de que sus muchos “escribidores” han tratado de mostrar una imagen de un Evo Morales paternal, lo cierto es que reconoció a sus hijos Eva Liz y Alvaro obligado por las circunstancias políticas y los fallos judiciales.
Para cualquier político no es conveniente mostrar la imagen de alguien que actúa de forma irresponsable respecto a su familia. Por eso, hace algunos años cuando era parlamentario Evo tuvo que acceder, muy a regañadientes, a pasar una pensión para la manutención de sus hijos. Pero no se debe olvidar que siempre dijo que este tema fue una conspiración de la oposición (¡cuando no!) para anularlo políticamente.
Es conveniente refrescar la memoria. Evo tuvo que reconocer a sus hijos cuando las madres de cada uno de ellos, Marisol Peredo y Francisca Alvarado exigieron el reconocimiento de los hijos procreados con Evo y además el pago de asistencia familiar. Evo gimió y pataleó pero tuvo que acceder cuando en la Cámara de Diputados se lo amenazó con obligarlo a realizarse una prueba de paternidad (ADN) y un juez ordenó la retención de sus dietas hasta que cumpliera con el pago de pensiones devengadas.
Ahí si que no tuvo más remedio que reconocerlos pero antes dejó muy claro, en una enternecedora muestra de amor paternal, que lo hacía obligado para no perjudicar su futuro político. Si alguien duda de esta versión que acuda a los periódicos de la época.
Ahora salen a colofón las declaraciones de su hijo Alvaro, de 15 años, quien reprocha a su padre el no ayudar ni a él ni a su madre ya que ambos viven en una situación de aguda pobreza. De acuerdo a la versión del vocero gubernamental, Iván Canelas, la falta de atención de Evo hacia su hijo y hacia la madre Marisol Peredo se debería a que esta se casó y tuvo otras dos hijas.
Según el vocero, esto sería justificativo suficiente para que Evo se desentienda y se niegue a cumplirle la promesas hechas a su hijo.
Las declaraciones de Alvaro son lapidarias y como no podía ser de otra manera, fueron atribuidas a una manipulación opositora que quiere utilizar políticamente el asunto. “Solo lo vemos cuando viene a votar”, dijo el hijo de Evo.
Todos recuerdan cuando en vísperas del referéndum revocatorio y del constituyente Evo se mostraba sonriente ante las cámaras junto a sus dos hijos para proyectar una imagen familiar que está muy lejos de ser real. Las palabras de su hijo Alvaro lo demuestran.
Lo evidente es que Evo es el primero en utilizar a sus propios hijos con fines políticos sea para que lo acompañen a votar en el Chapare, se aburran escuchando sus informes de gestión ante el Congreso Nacional o eventualmente en algún viaje al exterior para reforzar su imagen. Solo acude a ellos como parte de una campaña y luego simplemente los olvida aún cuando haya organizado una lujosa fiesta de quince años para su hija al mas puro estilo “neoliberal” con vestido de diseñadora incluido y el tradicional vals extranjero.
Resultaría inútil intentar una reflexión a Morales sobre el concepto de la familia ya que es evidente que no le interesa aprender nada sobre el tema. Sin embargo a partir de esto es posible entender lo fácil que puede resultar tomar decisiones arbitrarias y actuar con odio hacia cualquier oponente cuando no existe la contención de los lazos afectivos profundos. Nos referimos a algún lazo afectivo real no a los arrumacos hipócritas frente a las cámaras de televisión en etapas preelectorales.
Si no se tiene algún cariño o aprecio hacia la familia, muy difícilmente se puede proyectar sentimientos hacia el resto de la personas, lo cual no quiere decir que alguien se vuelve automáticamente bueno por el solo hecho de ser padre, pues la historia esta llena de sátrapas y dictadores sanguinarios cargados de hijos y de familia. El cuestionamiento pasa por otro lado, pasa porque el discurso y la imagen pública que proyectan ciertos líderes nada tiene que ver con sus conductas en la vida privada.
En el presente caso, la reacción del siempre solícito portavoz gubernamental, no pudo ser más destemplada. Por algo en el último tiempo ha pasado a ser algo así como la quinta rueda del carro en el palacio de Gobierno y cuando quiere recuperar algo de protagonismo la embarra peor.
No dijo una sola palabra acerca de la situación planteada por el hijo y se salió por la tangente denunciando una supuesta manipulación política y anunciando un juicio contra el canal televisivo que hizo la entrevista. Desmesurada la reacción de Canelas más si se toma en cuenta de que a Evo no se le movió un pelo y más bien el tema le servirá para utilizarlo en alguno de sus viscerales discursos haciéndose a la víctima.
Queda claro que al gobernante y sus estrategas políticos la situación de Alvaro les interesa un pito; si les interesa el posible impacto negativo para la imagen interna y externa del caudillo “indígena”. Es de esperar que al menos por la etapa electoral, el jovencito y su madre reciban algo de la “pequeña” fortuna que lleva “ahorrada” el presidente en estos cuatro años de vivir gratis en la lujosa residencia de San Jorge.
FUENTE: (Palo Santo – ErnestoJustiniano.org )