LA II REPÚBLICA

Boris Bernal Mansilla

"De la chispa nacerá la llama" provocando con el tiempo el gran incendio revolucionario que arrasará desde los cimientos de la vieja estructura y el poder centralista del caudillo y su ciclo decadente.

Desde su creación Bolivia se sostuvo bajo la figura del caudillo siendo este la unidad política de todo el transcurso de la primera república; y alrededor del caudillo se forma el centralismo. Esto sucedió con todos los gobiernos fueran de derecha o izquierda; dictadores o nacionalistas. Tales los casos del mariscal Sucre, Santa Cruz, Belzu, Melgarejo, Pando, Salamanca, Busch, Villarroel, Paz Estensoro, Barrientos, Torres, García Mesa, Siles, Banzer, Sánchez de Lozada Jaime Paz, Evo Morales, en fin, todos eran caudillos, dueños de sus partidos y al llegar al gobierno fueron dueños del gobierno. Alrededor de ellos, necesariamente se tuvo que fabricar el centralismo.

El caudillo como unidad política y el centralismo fueron el concepto medular de la Primera República. Ahora en su decadencia, en este gobierno del MAS, la Primera República muestra un caudillo excesivo y con un gobierno no sólo centralista sino autoritario. En este último eslabón de la Primera República y como una agonía que se resiste a morir, la figura del caudillo y el centralismo se desfigura, el culto a la personalidad se vuelve extremo y disentir se convierte en un insulto al poder.
La Segunda República que ya anuncia su llegada, hará un cambio cualitativo, sustancial en la organización política y, por tanto en el Estado.

La II República ya no se fundamenta sobre el caudillo sin en las instituciones y en lideres que el voto soberano del pueblo. Es por fin posible el respeto a las leyes pues al no haber centralismo ni caudillo no hay quien se sienta en el derecho de transgredirlas.

La Segunda República construirá el anhelado estado nacional porque como decía Zavaleta Mercado "no hay persona realizada en un país frustrado y es imposible huir del lugar en que se vive". Para que el Estado nacional sea de todos sea perdurable la Segunda República tomará como pilares y saldara dos grandes deudas históricas como son la inclusión indígena y las autonomías regionales.

Cuando me pregunten si soy de izquierda o de derecha, responderé "soy de izquierda y de derecha", creo en la justicia, en la equidad pero también creo en el orden y la eficiencia. LA SEGUNDA REPÚBLICA defenderá los intereses del pueblo y de la nación tomando lo mejor y más necesario de cada ideología, pero en lo sustancial vamos a proponer una mirada estrictamente boliviana, estrictamente nacional. Y cuando le pregunten si es k'ara, camba, colla, indígena, cholo o negro, LA SEGUNDA REPÚBLICA responderá: "soy boliviano y tengo la sangre de la humanidad en mí".