
(ANF).- En criterio del sociólogo César Arellano Mamani la resolución la Corte Nacional Electoral, que rechaza el fallo de un juez paceño que pretendía obligar al organismo electoral a “reinterpretar” los resultados de las Elecciones Generales en favor de tres candidatos del MAS, fue un duro revés para el gobierno que creyó tener bajo control a la justicia.
Para el analista cochabambino, la decisión de la CNE reivindica la independencia del organismo rector de los procesos electorales luego de que sus decisiones fueran largamente cuestionadas por la oposición.
“Creo que la Corte (Nacional Electoral) salvó su actuación sobre el final del partido, cerró con broche de oro su ciclo. Esta decisión se convertirá en un precedente de autonomía que marcará un parámetro de actuación al naciente Órgano Electoral Plurinacional que tendrá el desafío de ser igual de independiente”, aseveró.
“El gobierno creyó tener a la justicia electoral en su bolsillo; bajo su lógica los vocales salientes deberían haberse ahorrado un conflicto con el Ejecutivo o represalias judiciales, cediendo a la pretensión del MAS, aunque eso hubiera implicado que a partir de ahora cualquier tribunal ordinario pudiera revocarle su mandato a una autoridad electa”, explicó.
Según el académico, en la decisión de los vocales electorales primó el temor al mismo descrédito sufrido por el ex presidente de la Corte Nacional Electoral, José Luis Exeni, que dejó sus funciones bajo el estigma de un padrón electoral contaminado.
Arellano calificó como “lapidarias” para la Corte Nacional Electoral las acciones de su presidente en 2007 y 2008. “Exeni se negó a ejecutar los referéndums por los estatutos autonómicos en varios departamentos, cuando estos gozaban de presunción de constitucionalidad y ahí las Cortes Departamentales se desmarcaron, lo cual significó pérdida de autoridad para al CNE”, explicó.
Para el analista cochabambino, la decisión de la CNE reivindica la independencia del organismo rector de los procesos electorales luego de que sus decisiones fueran largamente cuestionadas por la oposición.
“Creo que la Corte (Nacional Electoral) salvó su actuación sobre el final del partido, cerró con broche de oro su ciclo. Esta decisión se convertirá en un precedente de autonomía que marcará un parámetro de actuación al naciente Órgano Electoral Plurinacional que tendrá el desafío de ser igual de independiente”, aseveró.
“El gobierno creyó tener a la justicia electoral en su bolsillo; bajo su lógica los vocales salientes deberían haberse ahorrado un conflicto con el Ejecutivo o represalias judiciales, cediendo a la pretensión del MAS, aunque eso hubiera implicado que a partir de ahora cualquier tribunal ordinario pudiera revocarle su mandato a una autoridad electa”, explicó.
Según el académico, en la decisión de los vocales electorales primó el temor al mismo descrédito sufrido por el ex presidente de la Corte Nacional Electoral, José Luis Exeni, que dejó sus funciones bajo el estigma de un padrón electoral contaminado.
Arellano calificó como “lapidarias” para la Corte Nacional Electoral las acciones de su presidente en 2007 y 2008. “Exeni se negó a ejecutar los referéndums por los estatutos autonómicos en varios departamentos, cuando estos gozaban de presunción de constitucionalidad y ahí las Cortes Departamentales se desmarcaron, lo cual significó pérdida de autoridad para al CNE”, explicó.