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14 de septiembre de 2009

Plan industrializador del MAS recibe críticas

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Comicios. El plan de Gobierno del MAS se resume en 180 medidas, con base en cinco ejes para una Bolivia industrial. Candidatos opositores dicen que es demagógico y piden evaluar logros concretos de la gestión

EL DEBER: C. Delgado y C. Siles

El plan de gobierno propuesto por el Movimiento Al Socialismo (MAS) con miras a las elecciones generales del 6 de diciembre hizo énfasis en cinco ejes económicos para una Bolivia industrial y productiva. Pero tan pronto fue divulgado recibió críticas de parte de los opositores que, basados en los más de tres años de gestión de la dupla Evo-Álvaro, consideran que no existen fundamentos para creer que ambos puedan encaminar el país al desarrollo.

El presidente en ejercicio y candidato a la Vicepresidencia, Álvaro García Linera, fue el encargado de presentar la propuesta electoral en la Casa Campestre, en la ciudad de Cochabamba. “Es un documento muy detallado, con argumentación técnica, científica, financiera que propone un país productivo y de bienestar”, sostuvo. Además, resaltó el valor de esta propuesta surgida de largas horas de trabajo con los más de 300 aspirantes a asambleístas.

Sus opositores, sin embargo, cuestionaron la propuesta. El candidato a la Presidencia por Alianza Social (AS), René Joaquino, afirmó que más allá de las líneas que presente el MAS, la ciudadanía identifica que el Gobierno tiene la aspiración de un poder total. Subrayó, que mal puede proponer un plan de trabajo para una próxima gestión, cuando en casi cuatro años no ha podido avanzar ni siquiera en lineamientos básicos y ha generado más confrontación.

Por su lado, el candidato a asambleísta por Bolivia Social Demócrata por La Paz, Boris Bernal Mansilla, indicó que será muy difícil para el MAS convencer al electorado, porque la capacidad de Morales para administrar el país la siente el ciudadano a diario, cuando la escasez merma la canasta familiar, y la confrontación entre regiones y culturas se profundiza. Afirmó que el país demanda verdaderas políticas de Estado y no ilusiones.

No obstante, para García Linera la imagen de un país moderno, productivo y soberano no es ilusión, sino el resultado de lo que hasta ahora el Ejecutivo ha venido realizando. Así, habló de ampliar la capacidad de producción de alimentos básicos, que será posible con la mecanización de la agricultura y con el acceso a créditos para pequeños y medianos productores. Citó también varios trechos de los corredores bioceánicos que ya están en curso y dijo que se deben concluir los cinco corredores que permitirán la exportación masiva de productos de alto valor agregado.

Por si fuera poco, anunció convertir el país en el centro de abastecimiento energético de Sudamérica y que en los siguientes tres años, asumirá el liderazgo en la venta de energía eléctrica, petroquímica y baterías de litio. Sin embargo, a juicio de Miguel Ángel Feeney, jefe de campaña de Unidad Nacional en Santa Cruz, el eje económico propuesto por el MAS incluye medidas que Samuel Doria Medina ha venido impulsando. “Ahora ya se lo escucha hablar de generación de empleo, cuando antes ni lo mencionaba. Se ha adueñado de dos temas: el autonómico, que es regional, y el económico, que es de UN”, indicó.

Para Fernando Untoja, candidato a asambleísta por la dupla Manfred-Leo, la propuesta es demagógica. Según su interpretación, el Ejecutivo cae en lo mismo que hizo René Barrientos en 1967, que ofrecía fábricas de aviones; ahora García Linera ofreció fábrica de automóviles. “Creo que es una demagogia total, ha ido a impresionar a sus bases, a sus dirigentes y no tiene la coherencia de aplicabilidad”, sostuvo.
Para Untoja, la población se da cuenta de que la economía está mal, que hay violencia, racismo, que existe desconfianza y no hay seguridad jurídica, temas clave para definir el voto.


Propuestas y observaciones

- Democracia. El MAS propone consolidación democrática, despolitización de la justicia y elección de jueces por voto ciudadano. Las críticas indican que el Gobierno no ha dado muestras de democracia, sino de totalitarismo y que elegir jueces por voto ciudadano no garantiza transparencia en la justicia.

- Igualdad. García Linera habló de dar igualdad de oportunidades para todos los bolivianos y las bolivianas, sin distinción de raza, color o región, pero sus opositores consideran que en la gestión de Evo Morales es cuando más se ha profundizado el odio, llegando a enfrentamientos.

- Coordinación. El MAS indica que buscará una autonomía democrática, solidaria y productiva, que equilibre regiones ricas con pobres y que construya pactos entre el Gobierno Nacional y los gobiernos departamentales. Los opositores indican que es el campo en que menos avances ha tenido, porque no pudo trabajar con los departamentos de la ‘media luna’.

- Industrial. La propuesta de convertir el país en industrial mediante el uso de materias primas como hidrocarburos, electricidad, litio, minerales o hierro, no convence a los críticos del Gobierno, porque las relaciones con los empresarios son deficientes y constituyen el complemento para la industrialización.

- Energético. Convertir Bolivia en centro de abastecimiento energético de Sudamérica es, para los críticos, difícil de creer, porque dicen que no ha podido negociar ni la venta de gas.
Social. Conformar una red de protección social, con seguros de salud y agrícola es la propuesta del MAS. Para los críticos, el Gobierno no tiene más que bonos, que no son soluciones, sino parches en un país marcado por pobreza.

La inversión extranjera es determinante
Teófilo Caballero / Economista

Ningún país en el mundo puede salir del atraso y pasar a la industrialización si no es capaz de garantizar la inversión, tanto nacional como extranjera. Por eso, en el caso de Bolivia, para todo proceso que apunte a industrializar los recursos hidrocarburíferos y mineros la inversión extranjera es determinante.
Pero la inversión extranjera no sólo son recursos económicos, también tiene que ser acompañada de recursos humanos y, sobre todo, de tecnología. El tema de fondo en Bolivia pasa por la Constitución Política del Estado que se aprobó este año, porque contiene varios elementos nocivos para las grandes inversiones extranjeras.
Sólo por citar un ejemplo en el tema de los hidrocarburos, los 1.000 millones de dólares que acaba de prestar el Banco Central de Bolivia a YPFB no alcanzan ni para arrancar con el proceso de industrialización; los técnicos aseguran que se necesita por lo menos 5.000 millones de dólares y eso sólo se lo consigue con grandes inversionistas extranjeros.

Lo mismo pasa con el litio. Tenemos el 50% de las reservas mundiales, pero no hay condiciones de seguridad jurídica para invertir. El Gobierno debería comenzar su plan partiendo de la producción de elementos básicos.