
Félix Patzi
A partir del año 2000 fue fácil que diferentes fuerzas políticas, sociales y corrientes ideológicas bifurquen hacia un solo objetivo que era: liquidar a la derecha que había gobernado durante más de dos décadas. Así se juntaron diferentes fuerzas en año 2005 para apoyar a Evo Morales como presidente, ya que éste expresaba y representaba el símbolo indígena y en él se depositaba la esperanza de llevar los cambios estructurales que requería el país.
Esta conjunción de diversas fuerzas se consolida más durante la Asamblea Constituyente en el año 2007 cuando la derecha a la cabeza de la oligarquía cruceña intenta hacer fracasar la refundación de Bolivia a través de referéndum revocatorio del gobierno nacional y el intento del golpe cívico prefectural. Estos dos hechos llevaron a que el MAS acumule más fuerza y poder con el triunfo de 67% en caso de referéndum revocatoria y 62% en la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado. Desde entonces también empieza mayor control a las organizaciones sociales particularmente a sus dirigentes y un giro hacia un discurso ideológico de socialismo. Dicho giro ideológico ha de ser justificada por el gobierno a través del presidente Evo Morales como el deseo del pueblo por el 64% de la votación alcanzada en 6 de diciembre de 2009.
Una vez desaparecida la derecha llego la hora de la verdad de hacer cambios, ahí donde surgieron las discrepancias ideológicas: El socialismo y el descolonial comunitario. Para ser más honestos el socialismo nunca fue reivindicación de los movimientos sociales que fueron protagonistas desde el año 2000. a lo sumo exigieron la nacionalización de los recursos estratégicos del país y la asamblea constituyente para que los indígenas como mayoría nacional no sean más excluidos ni discriminados. Mas al contrario siempre fueron reticentes a la idea de socialismo después de la caída de muro de Berlín en el año 1989, sólo algunos dirigentes de los partidos de izquierda tradicional añoraban esa sociedad producto de la carencia de una lectura e investigación objetiva.
Por lo tanto, el socialismo aparece como una imposición totalmente descabellado y que de paso no surge de la discusión al interior de los militantes del Movimiento al Socialismo ni mucho menos del movimiento social. Posicionaron dicha ideología precisamente los militantes de la izquierda que el Vicepresidente Álvaro García les había convocado para ocupar cargos jerárquicos dentro el aparato del Estado, son personas que no tenían ninguna relevancia dentro las organizaciones sociales ni influencia teórica en el debate nacional, de lo contrario habían optado en mimetizarse en la administración del Estado neoliberal. En otras palabras Evo morales hizo revivir a la izquierda tradicional que prácticamente estaba muerto dentro la historia boliviana.
Por lo tanto, el socialismo aparece como una imposición totalmente descabellado y que de paso no surge de la discusión al interior de los militantes del Movimiento al Socialismo ni mucho menos del movimiento social. Posicionaron dicha ideología precisamente los militantes de la izquierda que el Vicepresidente Álvaro García les había convocado para ocupar cargos jerárquicos dentro el aparato del Estado, son personas que no tenían ninguna relevancia dentro las organizaciones sociales ni influencia teórica en el debate nacional, de lo contrario habían optado en mimetizarse en la administración del Estado neoliberal. En otras palabras Evo morales hizo revivir a la izquierda tradicional que prácticamente estaba muerto dentro la historia boliviana.
El socialismo como formación social ni siquiera está planteado en la Constitución Política del Estado aprobado el 25 de febrero de 2009. En ella el fundamento filosófico es la descolonización que ha de ser la base para construir un Estado plural. En primer lugar, constitucionaliza las demandas históricas de las poblaciones indígenas en varios aspectos: el reconocimiento de los idiomas nativos como idiomas oficiales, la libertad de práctica de sus religiones, la incorporación de ciertos símbolos, así como los valores y principio éticos morales de las sociedades indígenas. También reconoce la institucionalidad económica, política y jurídica comunitaria. En segundo lugar la Constitución reivindica y fortalece el derecho social de todos los ciudadanos, iguala las oportunidades indistintamente de la pertenencia étnica, abre la posibilidad al trabajo y al seguro social, trata de eliminar todo tipo de discriminación, permite acceder a todos los servicios básicos, a la educación y a la salud; en otras palabras fortalece la antigua reivindicación de los que se ha denominado el Estado de bienestar social.
En tercer lugar, la Constitución plantea la nacionalización de los recursos naturales y su administración mediante una empresa estatal y por último respeta la libertad de operación de la empresa privada y la democracia representativa.
A pesar de todos estos preceptos constitucionales, después de las elecciones de 6 de diciembre de 2009 el presidente Evo Morales y Álvaro García giraron su discurso para imponer un socialismo basado en la experiencia de los países que entendieron el socialismo como apropiación de los medios de producción de todos los sectores de la economía y administrados por una burocracia que se constituyó en una clase social que vivió de la plusvalía generada por los trabajadores. La colectivización extrema de los pequeños negocios propiedades había llevado a la miseria y penuria de los trabajadores de estos países que será la causa fundamental de la caída y desaparición de dichas sociedades. Aunque a ciencia cierta en el campo económico hasta el momento no existe ningún resultado como política nacional, más que algunas acciones filantrópica o asistencialistas que son los diferentes bonos.
El colectivismo burocrático como utopía de sociedad o el Estado colectivista como propietaria de la totalidad de la riqueza, sin duda en los países socialistas necesitaba de un poder político extremadamente centralizado que controló todo el tejido social y que terminó en un despotismo totalitario. Al parecer que el triunfo electoral de 2005, 2008 y 2009 ha sido entendido por el gobierno como la delegación por parte de la sociedad para el ejercicio de un poder total, de ahí que se consolidó el grupo duro encabezado por el Vicepresidente Álvaro García que tomó la totalidad del poder y que desplazó en las decisiones al propio partido Movimiento al Socialismo y a las organizaciones sociales. Empezaron a considerarse al igual que en los tiempos de Stalin como capa avanzada de los trabajadores.
Empezaron a aplicar el concepto de mando central para controlar todos los órdenes de la vida nacional incluyendo a los dirigentes sindicales, dirigentes medios del partido hasta la vida privada de ciertas personas con disidencia de posiciones ideológicas o con potencialidades de ello que disputase el poder. Se elaboró una teoría: que el pueblo delegó con 64% por lo tanto no hay ninguna contradicción entre el principio de decisión del pueblo y a la aplicación del poder dictatorial del grupo de poder constituido por antiguos militantes de la izquierda tradicional. A partir de ello se empezó a manejar el slogan consistente: “el proceso de cambio pertenece al MAS” o “quien no está conmigo está en contra de mi” así empezó un violencia desmesurada para suprimirlo a todos los militantes que difieren de las políticas de gobierno o quienes disputan el liderazgo a Evo Morales y la soberbia con el pueblo que dio voto y lo llevó al poder sin ningún tipo de condiciones.
De esta manera el poder efectivo se quedó en una docena de personas y los dirigentes de las organizaciones sociales son convocados para aplaudir en el hall del palacio de gobierno promulgaciones de leyes y decretos prefabricados por este selecto grupo. Este grupo creo un cerco a Evo Morales postulando otra teoría: la de líder único Evismo para usarlo a él como símbolo del movimiento indígena fundamentalmente, eso permitió obstaculizar y limitar toda emergencia de nuevos líderes indígenas con pensamiento propio, para cumplir con tal objetivo sacaron a éstos de los espacios de desición y todo tipo de escenario político. A los disidentes o aquellos que cuestionan a la política del gobierno no sólo someten a la “congeladora”, sino lo escarmientan hasta hundirlo a través de la persecución política usando todo el aparato represivo y judicial a lo que Alvaro García llamó extirpación de las enfermedades del MAS. De esta manera dividió a la gente del proceso de cambio en militantes del MAS que provienen fundamentalmente de extracción indígena y Evistas que vienen del neoliberalismo y de la izquierda tradicional blanca mestiza.
A esto llamo racismo de Estado en donde no se permite la generación de nuevos líderes indígenas con capacidad y posibilidad de decisión en el campo de poder por un lado y tampoco se valora a los profesionales de extracción indígena para ocupar la administración del Estado por el otro, de ahí que continua el Estado administrado por los técnicos y profesionales del antiguo sistema neoliberal. Pero el racismo de Estado el gobierno del MAS no sólo se muestra en la negación de dar oportunidades a los indígenas, sino sobre todo en la exclusión sistemática de la política nacional de sus propuestas de revalorización de sus instituciones como la democracia, economía y justicia comunitaria; de lo contrario se reforzó el sistema liberal en todos los campos. En otras palabras no hizo ningún cambio en la estructura del país y por falta de ello se dedicó solamente a cambios morales o éticos.
Este giro le condujo a los militantes del MAS un descontento y decepción generalizada, de ahí que inclusive muchos se fueron con otras agrupaciones políticas para las elecciones para las gobernaciones y municipales de abril 2010 al no ser tomada en cuenta en las listas y por no ser valoradas sus decisiones y sugerencias en el gobierno nacional y en franco desafió al gobierno en muchos municipios, provincias y ciudades amenazan no votar por el partido de gobierno, van planteando sobre la necesidad de crear otro instrumento político que realmente retome las verdaderas reivindicaciones sociales con la que habían surgido en el año 2000. Llegaron a concluir que el Evo Morales ya cumplió su misión histórica que es: la de derrotar a la derecha y a la oligarquía de Bolivia, pero ya no es capaz de llevar adelante las transformaciones verdaderas en el país, por eso los actores del neoliberalismo y de la izquierda tradicional tomaron el mando en la conducción del país. En este sentido se plantea la necesidad de organizar otro instrumento político con otros actores y otros líderes que realmente pueda transformar el país en la línea de descolonización y comunitario.
Si ello ocurriera en el año 2015 en Bolivia si estaría hablando de la disputa político entre la visión de izquierda tradicional que postula el socialismo estatista y el comunitarismo descolonial.