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4 de marzo de 2010

EL GATOPARDO

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Por: Boris Bernal Mansilla


El italiano Giuseppe Tomaci Di Lampedusa en su novela El Gatopardo dice: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". Para la ciencia política el gatopardo es aquel político, sea reformista o revolucionario, que pretendiendo cambiar las partes estructurales de un sistema socio-político conserva su totalidad funcional y organizacional para que, en realidad, no cambie. De esta manera el nuevo sistema que se quiere implantar será tan viejo, degradado o peor que el anterior.


Paradójicamente la creación heroica del Señor Álvaro García Linera es “cambiar algo, para que no cambie nada”; los últimos cinco años han caracterizado al gobierno Boliviano por:Desempleo, pobreza, indígenas excluidos, marginalidad social. Concentración, abuso de poder, corrupción, malversación y desviación de los recursos públicos. Impunidad. Creciente persecución y acoso en lo político-policial en contra de la ciudadanía que no acepta las arbitrariedades del gobierno.


Y dentro de este contexto no están incluidas aquellas actitudes que atentan la democracia. En fin, el Gatopardo de Tomaci es sólo una caricatura, comparado con este otro Gatopardo del Tercer Milenio.


El control absoluto está en manos de una cúpula burguesa-blancoide, manejada por García Linera quien planifica, organiza, ejecuta, dispone y goza del poder.


Con base en la paradoja del Gatopardo de Tomaci, considero que el sistema socio-político que se ha impuesto en Bolivia es similar a los regímenes que predominaron en el siglo pasado. Es más, estoy convencido que este periodo es el más salvaje de todos por ser reproductor de una serie de rasgos que son propios de los regímenes Fascistas o Neo-Fascistas.


Efectivamente, el gobierno ha concentrado y centralizado la totalidad de la representación del poder político en la figura de Evo Morales, a tal punto de considerarlo como el único líder, la única opción válida, para llevar a cabo la transformación social de Bolivia. No obstante, considero que aquello que Evo Morales odia desprecia y repudia su antagónico es en lo factico quien goza del poder real.


Un sistema socio-político con las características del prefigurado no es compatible con los principios que rigen para UN NUEVO SOCIALISMO, llámese Comunitario, Del siglo XXI; Andino; Cuántico, Tetralectico, etc.


En síntesis, pareciera que en la versión boliviana del Gatopardo todo ha cambiado, incluyendo las ideologías, pero lo único que realmente no cambia es el ejercicio del poder.