Esta considerable suma de dinero será administrado por dirigentes de los diversos sectores indígenas y sindicatos campesinos de Bolivia. La oposición duda de una fiscalización.
“Son casi mil millones de bolivianos es harta plata, más de 120 millones de dólares (...) el Gobierno no puede inmiscuirse y serán las organizaciones en que gastan ese dinero, pero si me permiten un consejo lo que ahora más preocupa es el tema de la sequía y el agua”, manifestó la autoridad de Estado, tras inaugurar la sede del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas que tuvo una inversión de 12 millones de dólares.
En diciembre de 2005, el Gobierno emitió el Decreto Supremo 28421 que otorga a los indígenas un porcentaje del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), mediante el cual se destina el 5 por ciento del IDH de los tributos que se cobran a las empresas petroleras que operan en Bolivia.
“El fondo debe ser usado de forma concertada y con total transparencia, rapidez, eficiencia, solidaridad por sectores sociales que en su conjunto ya tienen elaborados mil proyectos para ser financiados”, sostuvo García Linera.
Esta considerable cantidad de dinero será administrado por dirigentes de los diversos sectores indígenas y sindicatos campesinos de Bolivia, empero no se conoció aún que entidad fiscalizará esos recursos para evitar fomentar la corrupción en las organizaciones indígenas.
Los beneficiarios de los dineros del Fondo son: el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (Conamaq), los indígenas del oriente (CIDOB), las mujeres campesinas Bartolina Sisa, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y las comunidades interculturales. Hasta el momento se tiene registrados 700 proyectos y se prevé que hasta marzo de 2011 se concluirá la revisión y aprobación de los mismos.